Helmut Joseph Michael Kohl (Ludwigshafen am Rhein, 03/04/1.930 - 16/06/2.017) desempeñó el cargo de canciller de Alemania entre el 01/10/1.982 y el 27/10/1.998. Desde el 03/10/1.990 fue el canciller de la Alemania reunificada. Al mismo tiempo fue el jefe de la CDU entre 1.973 y 1.998.
El 01/10/1.982, H.Kohl sucedió a H.Schmidt como Canciller a través de una moción de confianza, en la que el FDP cambió su alianza con el SPD y apoyó a los democristianos. A H.Kohl en 1.986 le habían abierto un sumario por falso testimonio en la financiación de la CDU por el consorcio industrial Flick. El escándalo Flick condujo a la modificación de la legislación sobre financiación de los partidos.
Fue el primer canciller de la RFA que invitó a su homólogo de la RDA en aquel entonces E.Honecker, a mantener una reunión bilateral que se produjo en septiembre de 1.987 en Bonn. H.Kohl no desaprovechó la ocasión para hablar sin ambages de una "única nació alemana".
Apenas dos años más tarde cuando se consolidaron en la RDA las Manifestaciones de los Lunes para pedir la apertura del régimen socialista y el libre tránsito entre ambas Alemanias, empezó a hacerse realidad la proclama de Kohl.
La noche del 09/11/1.989 cuando miles de berlineses de ambos sectores acudieron a derribar el muro a uno y a otro lado de la Puerta de Brandenburgo y a cruzarlo todavía de forma ilegal. Kohl no desaprovechó la iniciativa para suspender una viaje a Polonia y desde Berlín reclamar la reunificación alemana.
El 06/03/1.900 se iniciaron las negociaciones para la union monetaria de ambas alemanias, que terminaron en menos de un mes coincidiendo con las primeras elecciones democráticas en la Alemania Oriental.
En septiembre, la firma del tratado Dos más Cuatro entre las potencias ganadoras de la IIG.M. y la aprobación por parte del Parlamento de la RDA del tratado de unificación cerraron el proceso. Y el 03/10/1.990 se proclamó oficialmente la reunificación frente al edificio del Reichstag.
Su adiós a la política estuvo marcado por episodios amargos y polémicos, que dañaron su reputación: el escándalo de las donaciones ilegales a la CDU que reconoció haber orquestado, que le costó la presidencia honorífica de la CDU, el suicido de su primera esposa Hannelore, Su boda con su asistenta 34 años más joven, las criticas de sus hijos que le retrataron como un mal padre y un mal esposo.
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