Esta semana he vuelto a Wolfsburg, ahí va el resumen :
- Avión : Air Berlin, la misma desgracia de siempre, a la ida mostradores llenos una hora de reloj esperando el embarque y a la vuelta tres cuartas de lo mismo. Pero lo que de verdad sobrepasa todo lo sobrepasable es el vuelo Dusseldorf a Hannover que tuve que sufrir.
Un avión de cuando la aviación empezar a dar su primeros pasos ( Dornier ) en el cual casi tengo que entrar de rodillas, el copiloto se recogía el mismo los equipajes, el catering un par de cestitas de mimbre por el suelo y el "capitan" comiendo gominolas a los mandos del avión.
Es increible que los alemanes se atrevan a criticar cuando menos a opinar sobre otros paises, otros negocios cuando se dejan llevar como borregos en empresas como Air Berlin. Absolutamente lamentable.
- Hotel : esta vez ha sido nuevo, se trata del Mövenpick en Braunschweig. Un hotel realmente agradable, excepto por el maratón de pasillos hasta llegar a la habitación( nº 226). La presentación de desayuno debería mejorar un poquito ( eso de los huevos revueltos y demás al aire libre bajo una làmpara de alta potencia me parece un poco guarro).
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